sábado, 2 de febrero de 2013

COMO SONARSE Y OLER

Hoy quiero hacer unos comentarios sobre temas que pueden interesar a algunos compañeros, más que nada a los operados más recientes. En primer lugar aprender a sonarse. Con el aire de tu boca vas a poder sonarte. Haz la experiencia siguiente: Pon un espejo de bolsillo o una superficie de metal cromado horizontalmente bajo tu nariz, sin obstruirlo. Separa y aproxima  ahora varias veces, amplia y vivamente tus mandíbulas, pero manteniendo la boca cerrada. Comprobarás que sobre el espejo hay una mancha de vapor bajo cada orificio nasal. Es debido al aire de tu boca empujado por tu nariz después de haber pasado por el velo del paladar.

Aprenderás a partir de esto a sonarte de verdad, te bastará volver un poco bruscamente la salida del aire por una aproximación más rápida de las mandíbulas ayudado por un pequeño movimiento de la cabeza hacia adelante, haciendo la doble papada para expulsar más vigorosamente el aire de la boca y de la faringe mientras que el relleno se hace suavemente. Obstruyendo un orificio nasal dará sonoridad al soplo que sale por el otro orificio. Es cuestión de practicarlo varias veces.

Por otro lado el aire de la  nariz ya no está en movimiento continuo puesto que el aire que respiramos ya no pasa por la nariz sino por el orificio de tu cuello. Esta es la razón por la que no recibes los olores. Pero los percibirás de nuevo utilizando poco más o menos el mismo movimiento que para sonarte.

El aire sale por tu nariz en cada movimiento de aproximación de las mandíbulas. Por lo tanto teniendo los labios cerrados cuando separas las mandíbulas entra aire por nariz. La boca hace el papel de bomba aspirante-impelente, es decir entra por la nariz cuando separas las mandíbulas y expulsa aire cuando las cierra. Para manejar bien el aire de la cavidad bucal conviene hacer repetidos ejercicios con un silbato.

Al principio del habla esofágica hay un cierto grado de paso de aire a tu estómago y se suele producir casi siempre al principio del aprendizaje. Este aire quizá te incomode pero aprendiendo a moderar tus esfuerzos, llegar a reprimir completamente este hinchamiento gástrico inútil y a veces desagradable. Este aire de tu estómago no puede servirte para hablar porque da lugar a eructos masivos incontrolables. Sin embargo, puedes aprovechar estos eructos espotáneos (que se sienten venir) para articular varios sonidos: por ejemplo pronunciar rápidamente y del tirón toda la serie de vocales de la a a la u. Tendrás un adelanto de tus posibilidades vocales, y sobretodo si tienes alguna dificultad en arrancar tu reeducación, esto te levantará la moral y quizá pases de estos eructos incontrolables a un control perfecto. Hay que tener en cuenta  que la mecánica de la inyección de aire al esófago es muy simple. Es el ejemplo de la pera de goma y un tubo. La pera es tu boca y faringe y el tubo (de paredes elásticas) es tu esófago. Debes introducir una pequeña cantidad de aire en el "tubo" con la "pera". Este aire al salir hará vibrar la boca del tubo (la boca esofágica) dándote la posibilidad  de sonorizar las vocales. En mi próxima publicación os daré diez consignas a tener en cuenta para los ejercicios de habla esofágica. Un saludo.

1 comentario:

  1. Enhorabuena Antonio. Es un tema al que normalmente no damos importancia porque lo primero es hablar, pero cogiendo a tiempo estos detalles nos ahorramos futuros problemas.

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